Carlos Alberto Ferreira, de 60 años, entró a la clínica médica del Hospital San José (RJ) con diagnóstico de Accidente Vascular Cerebral.

Con un cuadro delicado, el paciente estaba con dificultades de comunicarse verbalmente y también para engullir. A pesar de todo el señor Carlos dejó traslucir unas enormes ganas de comer queso sándwich.

Hubo un momento en que el equipo estaba retirándose del cuarto, y el paciente gritó “queso”. Los profesionales voltearon para entender mejor lo que el señor Carlos estaba queriendo y nuevamente él dijo: “queso sándwich”.

Entonces, todos los involucrados con su cuidado se movilizaron para que el señor Carlos pudiera degustar un pedacito de aquello que se le había antojado. “el pedido fue tan simple, pero lo dejamos muy feliz”, comentó la profesional del hospital Renata Domínguez.